El hecho de producir las viviendas en una fábrica y transportarlas completamente acabadas al emplazamiento, a parte de un mayor control sobre la calidad en obra, supone numerosas ventajas que se enuncian a continuación y evita el trámite engorroso que para un cliente, siempre supone embarcarse en el proceso de construcción de su vivienda.

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1. Reducción de costes y plazo de ejecución, por lo tanto rápido retorno de la inversión [4 meses]

2. Mayor seguridad en obra y reducción de los posibles riesgos laborales.

3. Construcción precisa y de alta calidad, cumpliendo los requisitos del CTE.

4. Flexibilidad de acabados, adaptabilidad del producto y posibilidad de ampliación [crecimiento]

5. Posibilidad de reubicación de la vivienda en otras localizaciones [movilidad]]

6. Apuesta por una sostenibilidad real, desde la forma de construir. Optimización y Reciclaje.

7. Reducción de las molestias al propietario final, impacto acústico, residuos, etc…

8. Proyecto, diseño, fabricación y montaje de la vivienda.

9. Seguridad Estructural y precisión de la estructura metálica, especialmente en zonas sísmicas.

10. Vivienda accesible y previsión de necesidad de ascensor en el futuro.

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El sistema empleado para la construcción de la vivienda es un sistema modular de componentes tridimensionales fabricados en cadena de montaje. La estructura principal está compuesta por elementos de acero laminado galvanizado con nudos rígidos resueltos mediante soldadura, cumpliendo el conjunto todos los requisitos exigidos por el CTE.

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El sistema constructivo modular de fabricación en cadena de montaje no sólo pretende optimizar recursos energéticos, materiales y humanos, en su fabricación, sino que al sistematizar su diseño conseguimos, lejos de una estandarización monótona, optimizarlo en beneficio de la personalización y adaptación de la edificación.